El gobierno mexicano anticipa un incremento en el déficit fiscal para el 2024, elevándose al 4.9% del PIB, comparado con el 3.3% estimado para este año, según la Secretaría de Hacienda. Este cambio, que se aleja de la política fiscal conservadora de la administración actual, busca expandir el apoyo a Pemex y los programas sociales antes de las próximas elecciones. A pesar de las afirmaciones de sostenibilidad del Ministerio de Finanzas, algunos expertos advierten que esta expansión podría ser una «bomba de tiempo» para la siguiente administración, con posibles repercusiones en la calificación crediticia del país.
Este incremento en el déficit podría tener un impacto mixto en las Pymes, brindando oportunidades de crecimiento a corto plazo mediante programas sociales ampliados y una mayor inversión en Pemex. Sin embargo, a largo plazo, las Pymes podrían enfrentar desafíos debido a la posible inestabilidad económica generada por el creciente déficit fiscal.