En la reciente actualización del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) por parte del INEGI, observamos un panorama económico mixto para México en la primera quincena de noviembre de 2023. Este índice, que mide la variación de precios en una canasta básica representativa del consumo de los hogares mexicanos, registró un cambio notable.
La variación quincenal del INPC fue de 0.63%, situando la inflación anual en 4.32%. Este dato es relevante, ya que compara favorablemente con la inflación anual del 8.14% de la misma quincena en 2022. Este descenso en la inflación anual es un indicativo positivo, sugiriendo una estabilización en los precios, lo cual es vital para la planeación financiera de las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
Dentro del índice subyacente, que excluye los elementos más volátiles como alimentos y energía, se registró un aumento del 0.20% quincenal y del 5.31% anual. En cuanto al índice no subyacente, que incluye estos elementos volátiles, vemos un aumento considerable de 1.96% quincenal y de 1.41% anual, impulsado principalmente por el fin del subsidio al programa de tarifas eléctricas de verano.
Para las PYMES, estos datos son cruciales. La moderación en la inflación general significa un entorno más predecible para los negocios. Sin embargo, el aumento en los costos de energía puede impactar significativamente sus operaciones y márgenes de ganancia. Es esencial para los empresarios y gerentes de PYMES entender estos cambios y adaptar sus estrategias, especialmente en la gestión de costos y la fijación de precios de sus productos o servicios.
Las PYMES deben estar alertas a estos cambios y considerar estrategias de mitigación, como la diversificación de proveedores, la inversión en eficiencia energética o la revisión de sus estructuras de costos.