Durante los últimos cinco años, México ha experimentado una inflación acumulada del 28.75%, con el Índice Nacional de Precios al Consumidor alcanzando 130.61 puntos, según el Inegi. Este incremento refleja un alza aproximada de 30 puntos desde octubre de 2018. Aunque en 2020 y principios de 2021 se observó una desaceleración de precios, para mediados de 2021 la inflación comenzó a aumentar, alcanzando un pico del 8.70% interanual en septiembre de 2022. Este nivel es notablemente superior a la meta del 3% establecida por el Banco de México. La canasta de consumo mínimo ha sido particularmente sensible, mostrando una inflación del 3.83% al corte de octubre 2023.
Para las Pymes en México, esta tendencia inflacionaria representa un desafío, ya que aumenta los costos operativos y puede disminuir la capacidad de compra de los consumidores. Sin embargo, la desaceleración reciente en la inflación de la canasta básica puede aliviar en parte esta presión, favoreciendo un entorno más estable para el crecimiento y la planificación empresarial.